El día sábado pasado volvimos a reunirnos en nuestra reunión zonal, la iglesia que nos cobijó en esta ocasión fue Quilicura Norte, quienes nos tenían una sede preparada con la hospitalidad que caracteriza a los Hijos de Dios. El hermoso día que nos recibió fue una presagio de la gran bendición que Dios tenía preparada para nosotros.
Se realizó una servicio con sentimientos encontrados, por un lado el gozo de tener a Cristo en nuestras vidas, pero por otro lado la tristeza de la partida de nuestra amada pastora Diaconisa Otilia Alvarado, quien duerme en los brazos del Señor desde este día viernes. En nuestro culto, cantamos alabanzas para Cristo agradeciendo por el privilegio de conocer personas tan hermosas como ella. Además, nuestra hermana Yesenia Ferreira, de la Iglesia de Lampa, leyó una reseña de la vida de nuestra pastora Otilia, y guardamos un minuto de silencio en su memoria.
El mensaje de la Palabra de Dios tuvo como lectura central la Segunda epístola de Pablo a los Corintios, en el capítulo 4, versos 7 al 18; y el encargado fue nuestro hermano Jefe Zonal, Rubén Santibañez, quien en la inspiración del Espíritu Santo de Dios, nos hizo un llamado a cuidar este tesoro que el Señor ha puesto en nuestra vida, ya que somos unos vasos de barro.
Cantamos hermosas alabanzas a Dios, y la presencia del Bendito Espíritu Santo llenó nuestros corazones. Rogamos a Dios su compañía en cada paso que damos y que pronto volvamos a tener otro hermoso evento espiritual.
